La hernia discal es una de las patologías más comunes de la columna vertebral en la población. Por ello, es importante identificar cuáles son las causas que la provocan así como descubrir los tratamientos necesarios para su curación.

¿Te gustaría conocer en qué consiste una hernia discal, cuáles son sus causas, su diagnóstico y su tratamiento?. Te contamos todo lo que debes saber a continuación.

¿Qué es una hernia discal?

La columna vertebral está compuesta por huesos (vértebras), separados cada uno de ellos por un resistente cojín amortiguador de golpes llamado disco intervertebral.

Las vértebras se dividen en 7 vértebras cervicales (cuello), 12 vértebras torácicas (pecho), 5 vértebras lumbares (parte baja de la espalda), 5 vértebras sacras y el cóccix. Las hernias discales pueden producirse a nivel cervical, torácico o lumbar; las zonas lumbares y cervicales son las más afectadas.

Los discos intervertebrales están compuestos por un núcleo de material blando, similar a la gelatina, rodeado por un anillo fibroso extremadamente resistente. La “gelatina” se denomina núcleo pulposo. Con la edad, el núcleo empieza a deshidratarse y secarse. A su vez, pueden producirse fisuras en la parte posterior del anillo fibroso a través de las cuales puede filtrarse parte del núcleo.

¿Quién puede padecer una hernia discal y cuándo?

La degeneración de los discos intervertebrales se produce por el envejecimiento natural de los discos. Es un proceso “normal”.

Una hernia discal, a veces también denominada “prolapso discal” puede estar provocada por factores físicos o factores genéticos.

La edad media en la que suele presentarse dolor neuropático en la pierna (ciática) como resultado de una hernia discal, suele ser entre los 35 y 45 años. Parece que la frecuencia disminuye en gente de edad más avanzada.

¿Cuáles son las causas de una hernia discal?

Las actividades sedentarias hacen que exista un mayor riesgo que los trabajos que implican una actividad física intensa. El tabaquismo, la obesidad mórbida y la falta de ejercicio son también factores que contribuyen a la aparición de hernias discales.

En algunos estudios se muestra que más del 50% del promedio de la población padece una hernia discal asintomática. Se desconocen los motivos por los que una hernia discal pasa a ser sintomática. En la mayoría de casos, un tratamiento conservador puede aliviar los síntomas de una hernia discal y la protrusión suele reabsorberse en unos seis meses.

Solo una pequeña proporción de pacientes (menos del 5%) que padecen dolor en el brazo o  en la pierna debido a una hernia discal puede que necesiten tratamiento quirúrgico.

¿Cuál es el diagnóstico de una hernia discal?

En general, una hernia discal provoca una irritación química y mecánica de la raíz nerviosa más cercana. Esta irritación puede manifestarse, en el caso de hernia lumbar, en un dolor irradiado en la parte anterior del muslo o en las nalgas y en la parte posterior de la pierna hasta el pie (ciática), según el nervio afectado por la hernia discal.

En caso de hernia cervical, el dolor se irradia al brazo.

Los síntomas de pérdida de control vesical o intestinal se consideran graves y debe solicitarse atención médica inmediata.

El médico llevará a cabo varias pruebas para determinar si el dolor es provocado por una hernia discal:

  • RMN (resonancia magnética nuclear)
  • EMG (electromiografía)
  • Radiografías de columna vertebral (cervical o lumbar) en la proyección anteroposterior, lateral y dinámicas.

¿Qué tratamientos existen ante esta patología?

Tratamiento no quirúrgico

El tratamiento principal es el alivio del dolor y el uso de fármacos antiinflamatorios, tranquilizar al paciente indicándole que es probable que la afección se resuelva por sí sola y animarlo a volver a retomar las actividades normales lo antes posible. Algunos médicos recomiendan fisioterapia o terapia de manipulación, pero no existen pruebas sobre la eficacia de estos tratamientos.

También es posible que le sugieran un tratamiento conocido como denervación por radiofrecuencia para el tratamiento del nervio afectado por la protrusión.

Tratamiento quirúrgico

Si los síntomas persisten y son insoportables para el paciente, en algunos casos poco frecuentes en los que la hernia discal comprime e irrita la raíz nerviosa, lo cual provoca dolor agudo y molestias, es necesario realizar una intervención quirúrgica.

Esta operación suele consistir en una incisión en la parte anterior del cuello (si se trata de una hernia discal) o en la espalda (en caso de hernias lumbares) para retirar el disco herniado a fin de aliviar la comprensión que este aplicaba sobre el nervio.

Tras la intervención, se indica a los pacientes ponerse de pie y caminar lo antes posible. La duración de la estancia en el hospital es de menos de 24 horas para la hernia lumbar y 48 horas para la hernia cervical. También se recomienda a los pacientes que retomen sus actividades.

Después de una cirugía de columna se indica un reposo relativo y el paciente sale caminando por su propio pie del hospital posterior a ser operado.

Si presentas síntomas de sufrir una hernia discal y tienes interés en obtener una mayor información sobre cómo sanar esta patología no dudes en pedir cita con el Doctor Alfonso Vega. Recuerda que también puedes realizar tu consulta en línea.

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