El dolor de espalda es una dolencia común que afecta a personas de todas las edades. Sin embargo, cuando este dolor se irradia o se acompaña de otros síntomas específicos, podría ser una señal de un problema más serio, como una hernia lumbar. Esta condición ocurre cuando uno de los discos intervertebrales de la parte baja de la espalda se desplaza o se rompe, presionando los nervios cercanos. Reconocer los síntomas de la hernia lumbar es crucial para buscar atención médica oportuna y evitar complicaciones a largo plazo.
A continuación, te presentamos los 5 síntomas más comunes a los que debes prestar especial atención:
1. Dolor lumbar que se irradia hacia la pierna (Ciática): Este es, quizás, el síntoma más característico de una hernia lumbar. El dolor no se limita a la espalda baja; a menudo se extiende hacia la nalga, el muslo, la pantorrilla e incluso el pie. Esta irradiación, conocida como ciática, sigue el trayecto del nervio ciático, que es el nervio más largo del cuerpo. El dolor puede variar desde una molestia leve hasta un dolor agudo, punzante o quemante, que puede empeorar al toser, estornudar o estar sentado durante períodos prolongados.
2. Entumecimiento u hormigueo en la pierna o el pie: La presión sobre los nervios también puede provocar sensaciones anormales en la pierna o el pie del lado afectado. Esto puede manifestarse como entumecimiento, una disminución de la sensibilidad, o una sensación de hormigueo similar a la de “alfileres y agujas”. La ubicación exacta del entumecimiento u hormigueo puede variar dependiendo del nervio específico que esté siendo comprimido.
3. Debilidad muscular en la pierna o el pie: En algunos casos, la hernia lumbar puede afectar la función motora de los nervios, lo que se traduce en debilidad muscular en la pierna o el pie. Puedes notar dificultad para levantar los dedos del pie o el talón, o sentir que la pierna se siente “pesada” o débil al caminar. Esta debilidad puede ser sutil al principio, pero puede progresar si la presión sobre el nervio continúa.
4. Dolor que empeora al estar sentado o al inclinarse hacia adelante: La postura y ciertos movimientos pueden aumentar la presión sobre el disco herniado y, por lo tanto, exacerbar los síntomas de la hernia lumbar. Estar sentado durante mucho tiempo, especialmente con una mala postura, o realizar movimientos de flexión hacia adelante a menudo intensifica el dolor. Por el contrario, algunas personas encuentran alivio al caminar o al estar de pie.
5. Pérdida de reflejos en la rodilla o el tobillo: Un examen neurológico realizado por un médico puede revelar una disminución o ausencia de los reflejos rotuliano o aquíleo (del tobillo) en la pierna afectada. Esta es otra señal de que un nervio está siendo comprimido y su función se ve comprometida.
Es importante destacar que no todas las personas con dolor de espalda tienen una hernia lumbar, y los síntomas de la hernia lumbar pueden variar significativamente de una persona a otra. Sin embargo, si experimentas una combinación de estos síntomas, especialmente el dolor que se irradia hacia la pierna acompañado de entumecimiento, hormigueo o debilidad, es fundamental que consultes a un médico para obtener un diagnóstico preciso. Un profesional de la salud podrá realizar las pruebas necesarias, como un examen físico y, si es necesario, estudios de imagen como una resonancia magnética (RM), para confirmar el diagnóstico y recomendar el tratamiento más adecuado para tu situación. Ignorar estos síntomas podría llevar a un deterioro progresivo y a complicaciones a largo plazo.
Recuerda que la información proporcionada en este artículo no sustituye la consulta médica. Si sospechas que puedes tener una hernia lumbar, busca atención médica para recibir un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado, agenda tu cita con Nave Medical.
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