La columna vertebral es una parte del organismo que cuenta con gran importancia para nuestro bienestar, debido a las repercusiones negativas que una patología en la espalda puede provocar sobre nuestra calidad de vida y la realización de determinadas tareas cotidianas. Por ello, es necesario conocer cuáles son las actividades que perjudican la columna vertebral.

¿Te gustaría identificar los hábitos más dañinos para nuestra espalda? Quédate a leer este post, te mostramos todo lo que debes saber a continuación.

Permanecer sentados largos períodos

Al permanecer sentados la presión en la columna vertebral se eleva de forma notable ya que la posición natural de nuestro cuerpo debería ser recta, como cuando estamos de pie. Este hecho provoca que las personas que pasan demasiado tiempo sentadas tengan mayor probabilidad de padecer determinadas enfermedades como la lumbalgia.

Por otro lado, a medida que aumenta el número de horas en las que estamos sentados, se incrementa también la posibilidad de adoptar una postura inadecuada, ante la incomodidad de mantener una posición estática.

De este modo, es importante seguir un ritmo de vida activo, evitando el sedentarismo. Además, en el trabajo, debemos levantarnos cada 30 minutos para estirar las piernas y beneficiar a nuestra columna.

Fumar

El consumo de tabaco es perjudicial para nuestra salud en general pero, además, incide negativamente sobre el bienestar de nuestra columna vertebral.

Varios estudios han demostrado que fumar es un factor de riesgo para sufrir enfermedades de la columna ya que dificulta el riego sanguíneo y deteriora las articulaciones de la espalda. Igualmente, el humo de los cigarros puede degenerar los discos vertebrales y, la nicotina, aumenta el riesgo de padecer osteoporosis, debilitando así la estructura de la columna.

Por esta razón, es necesario dejar de fumar lo antes posible y, así, evitar el malestar que podría ocasionar sobre nuestra columna.

Utilizar bolso o mochilas pesadas

Colocar nuestro bolso en el hombro inadecuadamente o llevar una mochila muy pesada son otras acciones que pueden perjudicar a nuestra columna.

La carga de pesos en nuestra espalda puede desequilibrar la espina dorsal, curvar el cuerpo hacia delante y desviar la columna. Así, lo recomendables es que nuestro bolso no supere el 10% de nuestro peso corporal.

En muchos caso, se ha llegado a determinar que una mochila muy pesada podría tener las mismas consecuencias que sufrir una lesión de espalda.

Caminar encorvado

Muchas personas tienen la costumbre de caminar encorvadas sin ser consientes del daño que están provocando con ello a su espalda. Este acto puede disminuir la flexibilidad de la columna, causar dolores en la región cervical y desalinear su estructura.

De igual manera, esta posición facilita que perdamos el equilibrio y que podamos caer, con el riesgo de sufrir una fractura que implique la realización de una cirugía de columna.

Para evitar que caminemos encorvados, debemos mirar siembre al frente y mantener la espalda recta con cada paso que demos, prestando atención en todo momento a la colocación de nuestra columna vertebral.

Adoptar malas posturas

Finalmente, entre las actividades que perjudican a tu columna vertebral, no podíamos olvidarnos de mencionar la adopción de malas posturas. Cuando nos colocamos en una posición inadecuada tensionamos los músculos de la espalda, debilitamos la estructura de la columna y aumentamos la posibilidad de sufrir contracturas.

Por todo ello, a la hora de ir a la cama debemos evitar dormir boca abajo, cuando nos sentamos tendemos que mantener recta la espalda junto a la silla y al realizar las tareas del hogar no podemos mantener la espalda curvada.

Como se ha podido observar a lo largo del post, habitualmente realizamos acciones que pueden suponer un riesgo para nuestra columna vertebral, las cuales juegan un papel clave para la aparición de patologías en nuestra espalda, impidiéndonos vivir con normalidad y provocando dolores o malestar. Así, es importante atender a la forma que adopta nuestra columna cuando realizamos nuestras actividades cotidianas.

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¡Yo sí cuido tu columna!