Aunque parte de la sociedad no tiene conocimiento sobre qué es la deshidratación discal, lo cierto es que es una dolencia que afecta de forma muy frecuente a un gran número de personas, pudiendo ocasionar dolores o malestar. Por este motivo, es necesario identificar en qué consiste y cómo podemos prevenirla.

¿Te gustaría conocer cuáles son los síntomas, las causas y el tratamiento de una desecación discal? ¡Quédate a leer nuestro post, te mostramos todo lo que debes saber a continuación!

¿En qué cosiste la deshidratación discal?

Los discos intervertebrales tienen el objetivo de amortiguar el peso y la fuerza que se ejerce sobre las vértebras. Así, está compuesto por una estructura gelatinosa y un anillo fibroso.

A lo largo del día, los discos experimentan un proceso de deshidratación como consecuencia de la realización de nuestras tareas cotidianas y, cuando descansamos, se vuelven a hidratar al desaparecer la tensión ejercida sobre ellos.

De este modo, con el paso de los años, el proceso de hidratación cada vez es menos eficiente, llegando un punto en el que la concentración de agua en los discos disminuye notablemente y se vuelven más rígidos y menos flexibles.

¿Cuáles son los síntomas de este padecimiento?

Los primeros síntomas que aparecerán si sufrimos de deshidratación discal consistirá en el dolor de espalda y la limitación de movimientos que podemos realizar con nuestra columna vertebral.

Igualmente, es común sentir entumecimiento en la sección lumbar, rigidez articular, debilitamiento muscular y hormigueos. Además, si esta problemática no es atendida a tiempo, puede llegar a ocasionar una hernia discal.

¿Cuáles son las causas de la desecación discal?

Entre las causas que producen la desecación discal predomina el envejecimiento, por lo que es una patología que afecta mayoritariamente a personas con más de 50 años.

No obstante, también hay personas jóvenes que padecen la enfermedad, ya que hay mayores probabilidades de que aparezca dicha problemática si hemos sufrido un traumatismo como consecuencia de un accidente automovilístico o la realización de deportes de combate.

Asimismo, la adopción de una mala postura al sentarnos, los antecedentes familiares y el hecho de levantar grandes pesos de forma habitual, bien en el trabajo o en el gimnasio, son factores de riesgo que pueden influir.

¿Cómo podemos prevenir la deshidratación discal?

Para prevenir la aparición de deshidratación discal tendremos que mantener un buen estilo de vida donde no consumamos alcohol ni fumemos. Así, será también importante realizar ejercicio regularmente y seguir una dieta sana en la que bebamos suficiente agua.

Por otro lado, debemos ser responsables con nuestros actos y conducir con precaución, además de adoptar toda la seguridad posible a la hora de realizar determinados deportes.

De igual manera, tenemos que vigilar las posturas que adoptamos en el día a día y no perjudicar a la columna vertebral.

¿Cuál es el tratamiento para una desecación discal?

Finalmente, para conocer en profundidad qué es la deshidratación discal, no podíamos olvidarnos de mencionar cuál es su tratamiento.

Para ello, en un primer lugar se le suministrarán una serie de medicamentos al paciente con la finalidad de aliviar su malestar, a la vez que se le recomendarán algunas sesiones de fisioterapia para mejorar su situación particular.

En el caso de que el individuo no observe mejoría, se puede llevar a cabo una intervención quirúrgica que permita reducir al máximo sus síntomas y mejorar, en la medida que se pueda, su procedimiento de hidratación.

¿Por qué agendar una consulta con el Dr. Alfonso Vega en la Ciudad de México?

Como se ha podido observar a lo largo de este artículo sobre cuáles son los síntomas, las causas, el tratamiento y la prevención de la desecación o deshidratación discal, es importante tomar atención a las señales que nos manda nuestro cuerpo y, así, podremos solicitar rápidamente ayuda a un médico especialista capaz de mitigar las consecuencias de dicha patología y mejorar nuestra calidad de vida.

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