A lo largo del día adoptamos numerosas posturas en función de las acciones o actividades que estemos desarrollando, las cuales, pueden influir en la salud de nuestra espalda y columna vertebral. Por ello, es importante conocer cómo cuidar nuestra higiene postural.

¿Te gustaría identificar las pautas adecuadas para adoptar una buena higiene postural? ¡Quédate a leer este post, te mostramos todo lo que debes saber a continuación!

¿Qué es la higiene postural?

La higiene postural puede ser definida como el conjunto de hábitos que deben desarrollarse para colocar nuestra columna vertebral de la forma más adecuada en cada una de las acciones que desarrollamos diariamente. En definitiva, la higiene postural trata de proteger la columna vertebral y mantenerla saludable mediante nuestras posturas y movimientos.

De este modo, mediante una buena higiene postural podemos acostumbrar a nuestro cuerpo a mantener en todo momento una posición correcta que beneficie a nuestra espalda y evite la aparición de problemas en la columna.

¿Cuáles son las consecuencias de una mala higiene postural?

La verdadera importancia de conseguir una buena higiene postural es la posibilidad de minimizar o impedir la presencia de una patología en la columna vertebral.

La adopción de malos hábitos en las posturas que realizamos puede provocar efectos muy negativos en nuestra salud, limitando nuestra actividad diaria y el tipo de acciones que podemos realizar sin dolor.

Las malas posturas son capaces de influir en contracturas musculares, problemas en la columna vertebral y malestar en la espalda, poniendo de manifiesto la gran importancia que tiene la higiene postural en nuestra calidad de vida.

¿Cómo cuidar nuestra higiene postural?

Tras conocer los efectos negativos que supone adoptar posturas no adecuadas, es el momento idóneo para identificar cómo cuidar nuestra higiene postural.

Cuando dormimos

La mejor posición para dormir sin dañar nuestra columna vertebral es situándonos boca arriba. Si nos cuesta descansar en esta posición podemos inclinarnos ligeramente y dormir de costado flexionando las rodillas.

Siempre debemos evitar dormir boca abajo ya que esta postura aumenta la curvatura lumbar y puede afectar a la columna.

Además, tenemos que prestar atención al colchón y la almohada que utilizamos para dormir. El colchón no debe ser demasiado blando porque puede impedir que mantengamos la espalda recta y la almohada tendrá que permitirnos tener la cabeza en horizontal.

Cuando permanecemos sentados

Cuando estamos sentados, lo más recomendable es mantener la espalda recta apoyada contra la silla, pudiendo poner los pies en el suelo y evitando cruzar las piernas.

La mesa que utilizamos cuando estamos sentados trabajando o estudiando debe acomodarse a nuestra altura, de modo que podamos poner los brazos sobre ella sin necesidad de encorvarnos.

Por otro lado, todos los elementos dispuestos en la mesa como un pc o un libro deben ponerse a la altura de nuestros ojos, evitando agachar nuestro cuello.

También será importante levantarnos y movernos cada 20 minutos, limitando el número de horas que pasamos sentados.

Cuando cogemos peso

El acto de levantarnos o agacharnos para coger peso puede provocarnos malestar si no lo hacemos adecuadamente.

Cuando tenemos que agacharnos para recoger un objeto del piso debemos flexionar las rodillas, manteniendo la espalda recta, la cabeza levantada y separando ligeramente los pies.

Si por el contrario, tenemos que coger dicho objeto en las alturas, será necesario utilizar una escalera que nos pueda ayudar a alcanzarlo sin necesidad de saltar o hacer movimientos inoportunos.

Cuando hacemos deporte

Antes de comenzar a hacer deporte debemos informarnos sobre el tipo de ejercicios adecuados para nuestra condición física.

Una vez conocemos el deporte que podemos realizar, se irá incrementando la intensidad a lo largo de la jornada deportiva e iremos coordinando nuestros movimientos con nuestra respiración.

Igualmente, es importante calentar nuestro cuerpo antes de iniciar los ejercicios y no forzarnos en exceso, ya que esto podría provocar una lesión.

Como se ha podido observar a lo largo de este artículo donde damos las claves para conocer cómo cuidar nuestra higiene postural, es realmente importante adoptar hábitos que a la larga mejorarán nuestra calidad de vida y nos permitirán disfrutar de una buena salud en nuestra columna vertebral.

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